Sander Wassink es un artista y diseñador que nos anima a reconsiderar nuestras ideas sobre belleza, valor estético y estatus haciendo preguntas sobre lo que es importante y deseable en términos de historia, memoria y la preservación de un pasado que se está escapando. Su trabajo se centra en lo descartado, lo abandonado, lo que queda y los intentos de reimaginar lo que se puede hacer con lo ya parcialmente formado. Ya sea a través de la fachada parcialmente demolida de un edificio abandonado, o de los detritos cotidianos de nuestra cultura hiperproductiva, se pregunta qué nuevas formas y visiones de belleza existen para ser descubiertas y apreciadas. Su práctica creativa lo ve muy involucrado en la deconstrucción del producto, aprovechando la materia prima para desarrollar objetos con un nuevo significado.