FICA y el derecho a permanecer en São Paulo

Memoria, reparación y propiedad colectiva

Este ensayo fotográfico es parte de la obra Building Dignified Worlds: Narratives of Diversity in Housing and Property Ownership in Latin America, una colaboración entre FICA, la Fundación Magnum y el Parsons DESIS Lab de The New School, apoyada por una generosa subvención de la Fundación Henry Luce.

Equipo de FICA trabajando en el acceso colectivo a la vivienda digna en São Paulo

Desde su oficina en el centro de São Paulo, el equipo de FICA suma su voz a un movimiento creciente que aspira a replantear el concepto de vivienda, de terreno y de quién logra encajar en la ciudad. Foto © Renan Teles

La palabra FICA significa «permanecer» en portugués. También es el acrónimo de Fundo Imobiliário Comunitário para Aluguel, que se traduce como Fondo Inmobiliario Comunitario para Aluguel. El fondo, establecido en 2015 por un grupo de profesionales de clase media de São Paulo y gestionado por una organización sin ánimo de lucro, no ha parado de crecer. Casi una década después de su fundación, FICA posee cincuenta viviendas y proporciona hogares seguros y asequibles a noventa personas.

Residente contempla la ciudad desde su balcón en una vivienda digna de FICA

Desde su balcón en Caburé, la residencia de estudiantes de FICA, Laura disfruta de una taza de té mientras contempla los árboles que bordean el vecino campus de la Universidad de São Paulo. Foto © Renan Teles

FICA no construye viviendas nuevas. En su lugar, recupera inmuebles existentes, ya sea adquiriendo casas y pisos o negociando concesiones con los propietarios. Estas viviendas se alquilan posteriormente a precios no especulativos, que oscilan entre la gratuidad y el 40% del valor de mercado. De esta forma, FICA transforma inmuebles marcados por historias de especulación y exclusión. Incluso se puede decir que cambia el ADN del propio sector inmobiliario.

Esta serie de fotografías presentada aquí, obra de Renan Teles en colaboración con FICA, es una de las cinco colaboraciones en emplazamientos específicos que se están desarrollando en Latinoamérica. Cada una de ellas reúne a fotógrafos locales y organizaciones de base para documentar enfoques alternativos de la vivienda y la propiedad. A través de narraciones visuales basadas en la experiencia de los residentes, el proyecto desafía los paradigmas dominantes de la propiedad privada y el desarrollo especulativo, abriendo espacio a futuros urbanos más inclusivos, ubicados e imaginativos.

A continuación, compartimos diversos fragmentos de una de esas experiencias y las múltiples historias, personas y políticas que se esconden tras uno de los hogares tutelados por FICA.

La historia de un hogar

Edificio rehabilitado por FICA para ofrecer vivienda digna en el barrio Bom Retiro

Este edificio de Bom Retiro, que ahora alberga Casa Anhaia, acumula casi un siglo de historias, desde la migración y el trabajo hasta la herencia y la reinvención colectiva. Foto © Renan Teles

Esta casa se asienta sobre un terreno que fue propiedad de la mayor fábrica de ladrillos de São Paulo en el siglo XIX. Los pozos de arcilla agravaron las inundaciones de la zona y, a finales de siglo, se prohibió la fabricación de ladrillos. El terreno se vendió a una familia italiana que construyó viviendas de una sola planta para alquilar. En 1938, un comerciante de pieles judío polaco compró las viviendas adosadas como inversión para su jubilación.

La obra finalizó en 1947, dando lugar a Bom Retiro, el centro por aquel entonces de la comunidad judía en São Paulo. La vivienda del sótano, con sus dos ventanas verdes y puerta en el mismo color, fue alquilada por otra familia judía. La familia se mudó junto con Noêmia, su criada, una mujer negra. En los años 60, le compraron el piso al propietario. Pasaron los años y los hijos se marcharon, la madre falleció en 1988 y Noêmia permaneció en la vivienda hasta su muerte en 2008. Vivió allí sesenta años. Posteriormente, la familia alquiló el piso. En 2022, FICA se puso en contacto con los descendientes, para entonces catorce propietarios, en su mayoría primos de tercera generación, y les ofreció comprar el inmueble.

Un homenaje a los trabajadores de la construcción

Reforma colaborativa de una vivienda digna a cargo de trabajadores locales

Wando y José trabajan en la reforma de Casa Anhaia en Bom Retiro. Foto © Renan Teles

¿Sabes cómo se llaman las personas que construyeron o reformaron tu casa? FICA sí. Cuando se adquiere un inmueble, la reforma se realiza mediante redes informales de trabajadores de confianza, a menudo recomendados por el boca a boca. FICA da prioridad a las relaciones basadas en el cuidado y el respeto mutuo, en lugar de subcontratar a contratistas anónimos.

Trabajadores colocando instalaciones en una futura vivienda digna gestionada por FICA

Los hermanos Lucas y Luan sustituyen las baldosas del suelo en Casa Anhaia, sumando su trabajo y dedicación a la reinvención colectiva de la casa. Foto © Renan Teles

Severino dirigió la reforma de Casa Anhaia. Lucas colocó los azulejos. Wando se ocupó de la electricidad. Otros se encargaron de la fontanería, la albañilería y los acabados. Estas personas no son solo proveedores de servicios, son cocreadores de un hogar. Recordamos sus nombres y su contribución porque en FICA estamos convencidos de que una vivienda digna debe reconocer también la dignidad del trabajo.

En una ciudad que a menudo borra las manos que la han construido, FICA insiste en darles visibilidad. Para construir un futuro urbano más justo, debemos rendir homenaje a quienes lo hacen posible.

Un nuevo capítulo para Bom Retiro

São Paulo es un imán regional, y Bom Retiro ha sido desde siempre uno de sus puntos de entrada. Las mismas esperanzas que trajeron a generaciones pasadas de inmigrantes desde Italia, Europa Central y Grecia también guiaron a Zulema desde Bolivia. Como muchos de sus compatriotas bolivianos, trabajó muchas horas en el distrito de la confección. Esas largas jornadas le permitieron criar a cinco hijos, pero la mayor parte de sus ingresos fueron a parar a sus caseros como pago del alquiler de viviendas de ínfima calidad.

Madre e hijas en su nueva vivienda digna tras recibir las llaves del proyecto FICA

Zulema, Cris, y Lis el día en que recibieron las llaves de su nuevo hogar en Casa Anhaia.Foto© Renan Teles

Esto cambió en 2024, cuando Zulema fue seleccionada para vivir en el apartamento con la puerta verde. Hoy paga menos de la mitad del alquiler que solía pagar y su vivienda es el doble de grande.

El sector inmobiliario no tiene que estar ligado a la explotación, la acumulación o la injusticia. FICA nos muestra que otro camino es posible.

Imagen principal: Gracias a FICA, Juan y Bruna pueden disfrutar de una vivienda situada justo enfrente del campus de la Universidad de São Paulo, una ubicación a la que los estudiantes de posgrado negros no suelen tener acceso por el precio. Foto © Renan Teles