Volviendo a casa

Un futuro sostenible para el bosque, los elefantes y los humanos

Elephant World (El mundo de los elefantes) es un proyecto impulsado en 2015 por el gobierno local de la provincia tailandesa de Surin, donde la comunidad de etnia kui ha velado por el cuidado de los elefantes durante siglos. Los elefantes se consideran miembros de la familia y la convivencia con ellos es inseparable de sus tradiciones y costumbres sociales. Esta provincia fue antaño una tierra fértil de vastos bosques. Sin embargo, como consecuencia del crecimiento económico y la deforestación extensiva, los kui y sus elefantes han sufrido sequías, así como escasez de alimentos y de plantas medicinales que antes encontraban en el bosque.

Por ello, el objetivo de Elephant World era devolver a los kui y sus elefantes a su tierra natal y garantizar unas condiciones de vida sostenibles para esta comunidad y sus elefantes domesticados. El proyecto ha sido construido en un terreno abandonado que en su día fue una reserva forestal y su diseño explora el concepto de «centro no humano», donde las personas pueden contribuir al bienestar de otras especies y del entorno natural. 

Vista aérea de un espacio de convivencia con los elefantes.

Vista aérea, Elephant World, Provincia de Surin, Tailandia, 2020, Boonserm Premthada/Bangkok Project Studio. Foto © Spaceshift Studio

El «patio cultural» es una cubierta rectangular inclinada de 70 x 100 m que configura un espacio para la celebración de actos culturales y ceremonias religiosas que conmemoran el ciclo vital, desde el nacimiento hasta la muerte, de los humanos y de los elefantes. Por consiguiente, se trata de una edificación que debe acoger a usuarios de dos escalas muy diferentes. Bajo la cubierta se extiende un paisaje compuesto por seis montículos inclinados que evocan el terreno ondulado en el que retozan los elefantes para bajar su temperatura corporal y protegerse de los insectos. Los montículos rodean tres lados del edificio, dejando el cuarto como acceso adaptado al tamaño de los elefantes.

Al optar por un diseño con montículos de tierra en lugar de otros materiales, fue necesario excavar el terreno situado junto al emplazamiento, lo que dio lugar a un estanque para la recogida de agua de lluvia con capacidad para 8.500 metros cúbicos. El agua es vital para esta meseta árida, situada a cuatro kilómetros del río, y en la que 200 elefantes requieren una gran cantidad de agua cada semana. Los montículos están reforzados por rocas de basalto extraídas de las zonas adyacentes. La extracción de este mineral permite que las aguas subterráneas broten a la superficie, creando así otro depósito de agua en una zona cercana. 
 

Vista interior de un espacio dedicado a los elefantes.

Vista del interior, patio cultural, Elephant World, Provincia de Surin, Tailandia, 2020, Boonserm Premthada/Bangkok Project Studio. Foto © Spaceshift Studio

La «torre de observación» es otro intento de regenerar el bosque. La semilla del Apitong, una especie local, tiene forma de hélice, por lo que gira y se desplaza por el aire. Allá donde caiga, crecerá un nuevo árbol Apitong. Gracias a la velocidad del viento en la zona, de 29 a 38 km/h, las semillas pueden viajar hasta un radio de 20 metros. Por lo tanto, las semillas del Apitong se dispersarán desde el último piso de la plataforma, de 20 metros de altura. La torre también está diseñada en armonía con la climatología local. Su planta es ovalada, con un ángulo agudo en uno de sus lados para reducir la fuerza del viento y atenuar el calor del sol.

El «Museo del elefante» pretende empoderar a la etnia kui a través de su programa y sus métodos de construcción. El museo da voz a los aldeanos y a los elefantes, mostrando su arraigada relación familiar y el rechazo de los kui a la crueldad de la explotación animal, así como su esperanza en el futuro. Más de 480.0000 ladrillos de arcilla cocida se fabrican a mano a partir de la marga de la zona con una técnica que se ha transmitido de generación en generación. El proceso de construcción ha generado puestos de trabajo e ingresos para la población local, al tiempo que ha aumentado el valor de un material de construcción local que a menudo se menosprecia. 

Torre de observación de este espacio para elefantes en Tailandia.

Torre de observación, Elephant World, Provincia de Surin, Tailandia, 2020, Boonserm Premthada/Bangkok Project Studio. Foto © Spaceshift Studio

Tras décadas vagando por las calles de las ciudades turísticas mendigando comida y dinero o trabajando en colonias de elefantes poco éticas, Elephant World proporciona una fuente de ingresos estable para los kui y sus elefantes mediante un salario mensual. Los aldeanos se atienen a unas normas que garantizan unas condiciones de vida sostenibles y un trato ético a los elefantes.

Es imposible separar a los elefantes de la cultura kui. Incluso su propia estructura social depende de sus conocimientos sobre los elefantes. El hecho de poder volver al que fue su hogar significa que los kui pueden seguir practicando y transmitiendo su legado a las generaciones venideras.

Museo del elefante en Surin, Tailandia.

Museo del elefante, Elephant World, Provincia de Surin, Tailandia, 2020, Boonserm Premthada/Bangkok Project Studio. Imagen © Spaceshift Studio

Aun así, el regreso a su hogar no será sostenible sin la regeneración del bosque y la abundante reserva de agua. Y el problema de la explotación animal puede reaparecer. El patio de la cultura plantea que la construcción de una edificación de este tipo puede generar nuevos recursos en lugar de reducir los recursos naturales. La torre de observación, además de ser una atracción turística para admirar el paisaje, sugiere que los visitantes pueden contribuir a regenerar el bosque. Esta nueva forma de ver los edificios puede emplearse en otros proyectos de diseño, ya que el Museo del elefante anima a los habitantes locales a sentirse orgullosos de su patrimonio étnico.

Muchos edificios se diseñan con un enfoque en el ser humano y con el objetivo de ser icónicos y duraderos. Pero en Elephant World, los edificios están diseñados para albergar también a otra especie con una escala muy diferente a la nuestra. Y se espera que el bosque se expanda y la arquitectura acabe cubierta por el verdor. La arquitectura es sólo un medio temporal para que ambos coexistan. Al tiempo que recuperan el bosque y la reserva de agua, los kui se ganan la vida con el ecoturismo. Cuando la selva fértil regrese por completo, los elefantes vagarán por el bosque y los kui y los elefantes podrán elegir entre seguir viviendo o dejar de vivir bajo el mismo techo. Pero vivirán bajo el mismo sol, utilizarán la misma reserva de agua y compartirán la misma fuente de alimentos.

Imagen principal: Patio cultural, Elephant World, Provincia de Surin, Tailandia, 2020, Boonserm Premthada/Bangkok Project Studio. Foto © Spaceshift Studio

Vídeo: The World of Elephant, Boonserm Premthada/Bangkok Project Studio