Conservando el patrimonio arquitectónico de la India

Los arquitectos indios responden a las necesidades actuales

El comienzo de 2021 trajo buenas noticias. El Instituto Indio de Gestión de Ahmedabad (IIMA por sus siglas en inglés) retiró la propuesta de demolición de su residencia de estudiantes. La India ya se había visto afectada por la pérdida de parte de su patrimonio debido al proyecto Central Vista y a la desaparición de los emblemáticos Salones de las Naciones unos años antes. El diseño del IIMA de Louis Kahn generó una respuesta mundial de condena a esta campaña de demolición que pretendía derribar y sustituir en lugar de restaurar, regenerar y reutilizar. Esto evidenció la necesidad de una voz colectiva para la conservación de nuestro patrimonio vivo y construido, en especial el patrimonio moderno que técnicamente no puede ser clasificado como «patrimonio» pues no ha existido durante el número de años necesario para ser considerado como tal.

Reducir la importancia de la conservación solo a la arquitectura y no a la sociedad afecta negativamente a todo lo encarnado por la arquitectura: el patrimonio, la historicidad, las ideologías, la artesanía, las memorias culturales y los valores. Restringir la conservación únicamente a los monumentos, los museos y los «lugares protegidos» elude la obligación de salvaguardar el ingente patrimonio tangible e intangible del país.

¿Quién decide lo que debe ser sustituido y lo que debe ser conservado? ¿Qué es la conservación ética y empática? ¿Son compatibles la conservación y el desarrollo? La India continúa buscando respuestas a estas preguntas ante la ausencia de teorías de conservación actualizadas y de un marco teórico donde se entrecrucen las vertientes de la investigación, la educación y la práctica de la conservación.

El Servicio Arqueológico de la India, la principal organización para la protección del patrimonio cultural del país, se ha manifestado sobre esta falta de marco teórico. Aparte de los lugares no protegidos, considerados «cultural e históricamente insignificantes» para seguir cualquier directriz de conservación, incluso aquellos lugares que son Patrimonio de la Humanidad, como el Taj Mahal o el Capitol Complex han tenido dificultades para poner en orden su conservación y restauración. Muchos sitios históricos corren peligro de caer en la ruina debido a la falta de mantenimiento y reparaciones.

En un país con una gran diversidad en términos de cultura, rituales y valores, que se traducen en una interpretación dispar del patrimonio, ¿es posible lograr un enfoque común para la conservación? ¿Debe existir una misma estrategia en grandes ciudades como Delhi y Mumbai, en ciudades históricas como Jaipur y Varanasi o en ciudades más pequeñas? Lo deseable es una lectura precisa de la historia y las memorias de cualquier espacio, los principios y valores auténticos que determinan su identidad.

Conservar el patrimonio cultural es clave en la Índia.

El centro Gandhi Bhawan, Chandigarh, Pierre Jeanneret, 1962, ha recibido una subvención de la Getty Foundation para su conservación. Imagen Apurva Bose Dutta

Si bien la historia de la conservación, la restauración y la reutilización adaptativa en la India es relativamente reciente si la comparamos con la occidental, es necesario reconocer su creciente importancia. Diversos arquitectos, entre los que se encuentran Gurmeet Rai, Vikas Dilawari, Abha Narain Lambah, Manish Chakraborti, Poonam Mascarenhas, y Aishwarya Tipnis dirigen estudios especializados en conservación. La contribución de Rai a la conservación de proyectos de patrimonio en el Punjab se basa en el concepto de patrimonio como cultura, memorias y una forma de vida. Dilawari y Lambah, ganadores de diferentes galardones de la UNESCO, consideran que la conservación del patrimonio es una obligación moral y un activo. La conservación realizada por Chakraborti del Denmark Tavern, un café histórico de Calcuta que se encontraba en ruinas, es digna de reseñar. Mascarenhas se ha involucrado en la conservación de numerosas viviendas históricas y palacios de propiedad privada. Tipnis, especialista en la conservación y regeneración urbanas, ha sido muy alabada por su trabajo de restauración en la ciudad colonial francesa de Chandernagore.

Profesionales como Nalini Thakur, AGK Menon, Rohit Jigyasu, y Shikha Jain destacan por participar en el debate activo sobre la conservación y la restauración. También existen organizaciones como INTACH y programas gubernamentales como HRIDAY que son pioneros en la concienciación sobre la conservación del patrimonio. Ciertas comunidades de diseño, entre las que destaca CoDe (Community Design Studio), una iniciativa de la sección de Bengaluru del Instituto de Diseñadores de Interiores de la India, están restaurando y reconstruyendo proyectos con la ayuda de las ONG.

Aunque la reutilización adaptativa continúa siendo poco imaginativa, existen algunos ejemplos significativos. Desde una antigua cárcel en Bengaluru convertida en el recinto Freedom Park por Mathew and Ghosh Architects, a la transformación del Victoria Memorial Hall de Calcuta en un centro cultural y la conversión de múltiples palacios en Rajastán en hoteles históricos.

Algunos arquitectos de gran trayectoria y prestigio continúan incluyendo la conservación como parte esencial de sus largas carreras profesionales, siendo ejemplos de cómo la conservación y la restauración constituyen una responsabilidad social de los arquitectos. Entre ellos se encuentran Brinda Somaya (proyecto actual de conservación del IIMA), Benny Kuriakose (conservación de la mezquita Cheraman Juma Masjid en Kerala, la más antigua del país), Abhikram (Palacio Shiv Niwas y Chanwar Palkhiwalon ki Haveli, Rajastán), y Rahul Mehrotra (conservación de los palacios Chowmahalla y Falaknuma en Hyderabad).

El Palacio Govindgarth Fort forma parte del patrimonio cultural de la Índia.

Palacio Govindgarh Fort, Madhya Pradesh, 1856. Proyecto actual de conservación realizado por Sakha bajo la dirección de Sandeep Pathe, como parte del plan elaborado por Madhya Pradesh Tourism. Imagen Studio Sakha

Las generaciones más jóvenes también están demostrando su interés en esta cuestión. El estudio Sakha, con sede en Nagpur, está realizando un extraordinario trabajo de conservación de templos, fuertes y palacios en todo el país (el palacio Govindgarh Fort en Madhya Pradesh, el fuerte Ballarshah Fort en Maharashtra). Otros arquitectos, como Malvika Mehta (artífice de la restauración de la vivienda Bichli Haveli en Udaipur, con una antigüedad de 140 años), trabajan de forma individual en la restauración y la reutilización adaptativa con diferentes organizaciones. También existen algunas iniciativas ciudadanas de importancia en la conservación urbana (Distrito del arte Kala Ghoda). Otros proyectos de conservación a mayor escala, como el edificio Gandhi Bhawvan en Chandigarh han recibido una alentadora subvención de laThe Getty Foundation.

Sin embargo, la conservación debe pasar a ser una de las principales prioridades, especialmente en un país como la India, que puede presumir de su riqueza en patrimonio cultural. Todavía tenemos maravillas arquitectónicas, como la asamblea legislativa Vidhan Soudha en Bengaluru, que se están viendo afectadas por intervenciones faltas de sensibilidad.

Abandonar las obras maestras, tanto si son nuevas como antiguas, permitir que caigan en el abandono en vez de conservarlas, restaurarlas o readaptarlas nos conducirá a un país con poca identidad arquitectónica. La conservación del patrimonio y de sus memorias y su reutilización para visualizar un futuro que impulse esas memorias garantizará la salvaguardia de nuestra esencia. Las memorias, la cultura, el arte y la artesanía de nuestro patrimonio vivo y construido son irremplazables; ha llegado el momento de centrar nuestros esfuerzos en aferrarse a ellos.

Imagen principal: Biblioteca Vikram Sarabhai, Instituto Indio de Gestión, Ahmedabad (IIMA), Louis Kahn, 1974. Proyecto de conservación realizado por Brinda Somaya, ganadora del premio UNESCO Award of Distinction. Imagen Somaya and Kalappa Consultants