Cohabitación entre los ecosistemas humanos y acuáticos

Reutilización de infraestructuras del petróleo y gas en innovadores proyectos de restauración costera

Ante los crecientes desafíos que plantean la subida del nivel del mar y la frecuencia cada vez mayor de fenómenos meteorológicos extremos, las zonas costeras de todo el planeta se están replanteando sus proyectos de protección y restauración del litoral. Tras una época en la que se priorizaban las infraestructuras materiales a gran escala, en la actualidad el paradigma está cambiando hacia soluciones que promuevan la responsabilidad cívica y den cabida tanto a los humanos como a los no humanos. Este cambio ha quedado patente en las recientes evaluaciones críticas de determinados proyectos como el NY & NJ Harbor Tributaries Focus Area Feasibility Study (HATS). 

No obstante, proyectos como el Central Sea Wall de Seattle y el Living Breakwaters son pioneros en Estados Unidos al poner de relieve la necesidad imperiosa de incorporar espacios en las infraestructuras físicas que acojan tanto a los seres humanos como a las especies acuáticas. En un momento en que los diseñadores se plantean el futuro de las regiones costeras, estos proyectos de restauración del litoral, que dan prioridad a la creación de hábitats estructurados, a una ubicación adecuada y a la utilización de materiales regenerativos, aportan valiosas ideas con implicaciones más amplias para el desarrollo de infraestructuras costeras. 

Propuestas para utilizar infraestructuras petroleras desmanteladas.

Cultivating Transitions, diferentes propuestas para utilizar las plataformas petrolíferas desmanteladas. Proyecto e imágenes: Karan Sharma (Instructora: Liz Camuti) 

En la región del Golfo de México, que abarca aproximadamente desde Texas hasta Florida, la abundancia de infraestructuras heredadas del petróleo y el gas ofrece una serie de retos y oportunidades a los paisajes costeros. El proyecto de investigación Gulf Climate Futures, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Tulane, analiza cómo aplicar eficazmente las experiencias adquiridas en proyectos costeros innovadores a la reconversión de estas infraestructuras heredadas del petróleo y el gas. Al examinar estos proyectos, hemos descubierto principios y estrategias transferibles que pueden servir de base para la reconversión de estas infraestructuras, dando paso a una nueva era de resiliencia y cohabitación entre los ecosistemas acuáticos humanos y los no humanos.  

Nuestra investigación se basa en la hipótesis de que, para regenerar este paisaje y promover el desarrollo colectivo, necesitamos reconciliar las actividades humanas con los procesos ecológicos. Esto no se consigue mediante la producción de nuevas «cosas», como los materiales o las infraestructuras, que aumentan nuestra huella colectiva de carbono y contribuyen así a la subida del nivel del mar, sino replanteándonos los mecanismos y subproductos asociados que han conducido a esta destrucción. Se trata de una forma intrínsecamente optimista de ver el futuro, que implica a los humanos en la degradación de los ecosistemas al tiempo que reconoce el valor potencial de nuestras infraestructuras materiales para otras especies.     

Los siguientes proyectos, desarrollados en el primer año piloto de esta iniciativa, muestran cómo este planteamiento de futuro —basado en las lecciones aprendidas de las innovadoras infraestructuras costeras existentes y propuestas— comienza a generar alternativas para la ingente cantidad de infraestructuras petrolíferas y gasísticas envejecidas a lo largo de la costa del Golfo. 
 

Pruebas de viabilidad de la reutilización de infraestructuras petroleras.

Cultivating Transitions, pruebas de viabilidad de la reutilización de infraestructuras de plataformas petrolíferas para generar hábitats acuáticos. Proyecto e imágenes: Karan Sharma (Instructora: Liz Camuti) 

Reutilización selectiva de la infraestructura de las plataformas para promover la piscicultura en la costa del Golfo

En la actualidad, el aprovechamiento de los recursos del petróleo y el gas es posible gracias a las enormes plataformas marinas situadas en todo el Golfo de México. Cuando alcanzan el final de su vida útil, estas instalaciones suelen ser desmanteladas, un costoso proceso que requiere la retirada y eliminación de 64.000 toneladas de material en algunos casos. En su proyecto Cultivating Transitions, Karan Sharma parte del supuesto de que, a medida que avance el cambio climático y la gente reconozca la urgente necesidad de reducir las emisiones de carbono, se acelerará el ritmo al que estas infraestructuras lleguen al final de su vida útil. Esto hará necesarias nuevas formas de utilizar la ingente cantidad de materiales situados en alta mar para favorecer la cohabitación de las personas y las especies acuáticas.  

A partir de la experiencia adquirida en los proyectos de protección y restauración del litoral que incluyen hábitats acuáticos estructurados y de las investigaciones en curso sobre el uso de plataformas desmanteladas como arrecifes artificiales, este proyecto propone un sinfín de nuevas configuraciones que reutilizan los componentes de esta infraestructura para albergar ostras, cangrejos, camarones y especies de peces, ofrecer espacios de reunión a los pescadores e incluso servir de refugio frente a los huracanes. Aunque se trata de un proyecto especulativo, esta apuesta novedosa ofrece posibles soluciones para las 7.500 plataformas petrolíferas marinas de todo el mundo. 
 

Proyecto de reutilización de infraestructuras de oleoductos para llevar agua a la costa.

Pondlines propone utilizar los oleoductos abandonados para transportar agua a la costa y favorecer la formación de humedales. Proyecto e imágenes: Leah Bohatch (Instructora: Liz Camuti) 

Readaptación de infraestructuras petrolíferas para el movimiento productivo de agua

Un segundo proyecto, Pondlines, de Leah Bohatch, analiza las posibilidades de reutilizar oleoductos y gaseoductos terrestres, más de la mitad de los cuales han llegado al final de su vida útil, para limpiar y transportar agua. Propone un sistema mediante el cual los antiguos oleoductos, diseñados para transportar fluidos, comiencen a sustituir las envejecidas infraestructuras hídricas de toda la región, al tiempo que distribuyen agua dulce hacia la costa para frenar la intrusión de agua salada y el cambio de los ecosistemas. Aprovechando las conclusiones y objetivos de los proyectos propuestos en el Plan Maestro Costero de Luisiana, Pondlines cuestiona el potencial de reutilización de los materiales y procesos existentes —muchos de los cuales contribuyeron inicialmente a la pérdida de suelo costero— para alcanzar estos objetivos.  

A medida que nos adentramos en el segundo año piloto de esta investigación y del estudio de diseño que la acompaña, nuestro objetivo es seguir generando ideas que compaginen la restauración y la protección del litoral con los vastos recursos materiales ya disponibles en el paisaje de la región. Hace diez años, las infraestructuras costeras que ofrecían espacio a las especies acuáticas eran un concepto novedoso. Mientras reflexionamos sobre el futuro de las envejecidas infraestructuras de la región, incluidas las situadas mar adentro, estos proyectos son una muestra de cómo las infraestructuras de nueva generación pueden evolucionar para favorecer el progreso colectivo.   

Imagen principal: Mapa de cohabitación de los asentamientos de la costa del Golfo en relación con el entorno natural. Imagen © Liz Camuti