Edificios y espacios para la cultura

Un espacio público integrado

Muchos de los nuevos y más destacados edificios de Calgary son centros culturales. Situada en un emplazamiento geográfico envidiable, a lo largo de las estribaciones de Alberta, Calgary es conocida como núcleo de empresas de ganadería, petróleo y gas, y destaca por sus suburbios y problemas de transporte. Si bien es cierto que ha logrado proporcionar un ámbito privado de calidad y ha abordado la circulación de vehículos, la cultura y el ámbito público no han recibido la misma atención. Sin embargo, el reciente y apasionante interés por las artes y la cultura ha supuesto una maduración de esta joven y original ciudad. Estos nuevos proyectos culturales han sido acogidos por el público, logrando que los ciudadanos muestren entusiasmo por su ciudad y también por la arquitectura y el diseño.

Estos nuevos proyectos incluyen la Biblioteca Central, de Snøhetta y DIALOG (2018), el Centro Nacional de Música de Canadá, obra de Allied Works Architecture y Kasian (2016), el TELUS Spark Museo de la Ciencia de DIALOG (2011), así como el cSPACE King Edward de Nyhoff Architecture (2017), un edificio escolar de piedra arenisca transformado en incubadora de arte y centro de creatividad y el Planetario y Centro de Ciencias de Calgary, obra de McMillan Long Associates (1967) reconvertido en Contemporary Calgary, una galería de arte pública de KPMB Architects en colaboración con Gibbs Gage Architects (2019).

Estos edificios han recibido numerosos premios y reconocimiento internacional. Pero a pesar de la impactante arquitectura de estos proyectos, su esfera pública no es tan satisfactoria. Los edificios tienen espacios de reunión interiores muy amplios y bien diseñados, pero sus espacios públicos exteriores o bien son de difícil acceso, puramente utilitarios, o bien están desconectados del resto de la ciudad. Se trata de una oportunidad desaprovechada, pero con un gran potencial.

¿Qué ocurriría si la cultura habitara los espacios exteriores además de los interiores? No todos los habitantes de la ciudad van a visitar el museo, la biblioteca o la sala de conciertos, pero la mayoría paseará por sus aceras y disfrutará de los parques y plazas. La pandemia puso de manifiesto la importancia de las áreas públicas y cuán rica puede llegar a ser la vida urbana cuando se habitan los espacios públicos exteriores. Pero tal como expresó Charles Moore, el exterior de un edificio es el interior de la esfera pública. Esta intersección entre el edificio y el lugar que ocupa debe recibir tanta atención como el mismo edificio y su interior. Esto es especialmente importante en el caso de los edificios culturales que pueden servir como sostén para un contexto urbano más amplio. Y no se trata de considerar únicamente los espacios públicos inmediatamente adyacentes al edificio, sino más bien la esfera pública general de calles, aceras, plazas y parques.

Numerosas ciudades han intentado imitar lo que a menudo se denomina el «efecto Bilbao» invirtiendo en edificios públicos icónicos. En aquellos lugares en que los esfuerzos se centran únicamente en el edificio, los beneficios obtenidos son mínimos. La historia de Bilbao es muy conocida, pero la atención se ha centrado principalmente en el Museo Guggenheim, obra de Frank Gehry, y en menor medida en la radical transformación de la ciudad a través de las medidas de control de inundaciones, la descontaminación medioambiental, la reurbanización de la ribera, la mejora de las calles y espacios públicos del centro y un sistema de transporte público mejorado. El museo, aunque sigue siendo importante, es quizás el símbolo externo de algo mucho más profundo, pero menos llamativo: la capacidad de los habitantes de Bilbao de disfrutar de su ciudad.

Otro ejemplo brillante es Oslo. Aunque la atención suele centrarse en el Ópera y Ballet Nacional de Noruega de Snøhetta, este edificio emblemático fue solo uno de los proyectos iniciales de un plan global para revitalizar el paseo marítimo del fiordo y el centro de la ciudad. Los demás proyectos incluyen una biblioteca, un museo y la creación de un bulevar peatonal y para el tranvía sobre una autopista soterrada, todo ello rodeado de edificios de usos mixtos y densidad media y conectados con un plan integral de áreas públicas. El mismo edificio de la ópera alberga impresionantes espacios públicos como parte de su diseño: las áreas públicas se encuentran delante, a un lado y encima del edificio y son completamente accesibles. Todos los proyectos que lo componen disponen de un área pública con una calidad similar, contribuyendo a un plan que los conecta al resto de la ciudad.

Cabe destacar que la mayoría de proyectos individuales son instituciones culturales. Los beneficios económicos son notables, ya que los nuevos proyectos atraen a la gente y son catalizadores para otros desarrollos, pero los usos básicos son de alto nivel cultural, como el arte, la música, la ópera y la literatura, además de la cultura ordinaria de la vida diaria en la ciudad, lo que acontece entre los edificios. El éxito de Oslo ilustra de qué forma una disposición generosa y deliberada hacia las artes y la cultura es más poderosa si incluye no solo edificios emblemáticos, sino también una estructura urbana interconectada que los enlaza.

La ciudad de Calgary, en plena evolución, puede seguir proporcionando ese tejido intercalado para conectar muchos de sus recientes proyectos culturales a través de una esfera pública integral, estableciendo un estándar más elevado para los espacios públicos de cualquier proyecto cultural, en lugar de depositar todas las esperanzas en los propios edificios. La cultura es esencial para el buen funcionamiento de una sociedad y es un reflejo de sus valores, pero el espacio público es el crisol de la vida cívica; juntos tienen una mayor fuerza.

IMAGEN PRINCIPAL: Esculturas coloridas prolongan el entorno público interior hacia el exterior, Biblioteca Central de Calgary, Snøhetta and DIALOG, 2018. Foto © Beverly Sandalack

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HAY POCOS INDICIOS DE QUE LA BIBLIOTECA CENTRAL SE ENCUENTRA SOLO A UNA MANZANA Y MEDIA, CENTRO NACIONAL DE MÚSICA DE CANADÁ, DE ALLIED WORKS ARCHITECTURE Y KASIAN, 2016. FOTO © BEVERLY SANDALACK
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EL ÓPERA Y BALLET NACIONAL DE NORUEGA (SNØHETTA, 2008) ESTÁ ENMARCADA POR LA CUIDADA SITUACIÓN DE LA NUEVA BIBLIOTECA CENTRAL DE OSLO (ATELIER OSLO, LUND HAGEM, 2020) PARA CONSEGUIR UN ESPACIO PÚBLICO FUNCIONAL Y VISUALMENTE INTEGRADO. FOTO © BEVERLY SANDALACK