Materialidades multiespecies

Andamios para la vida y el parentesco ecológico

Una forma de vivir y morir dignamente como criaturas mortales en el Chthuluceno es unir fuerzas para reconstruir refugios, para hacer posible una recuperación y recomposición biológica-cultural-política-tecnológica parcial y rotunda...   

Donna Haraway, Antropoceno, Capitaloceno, Plantacionoceno, Chthuluceno: generando relaciones de parentesco  

La noción de cohabitación entre especies puede parecer chocante e incómoda en un primer momento. ¿Por qué íbamos a querer compartir nuestro espacio vital con animales?¿Acaso el objetivo de la arquitectura no es proteger a los humanos del mundo «natural»? La realidad es que esta cohabitación ya existe, nos guste o no. Al margen de las personas que comparten felizmente sus hogares con animales domésticos, nuestra arquitectura está plagada de otros seres vivos, tanto visibles como invisibles. Estudios recientes han demostrado que los humanos comparten sus hogares con más de 500 especies diferentes de artrópodos; pensemos en todas las demás criaturas, plantas, hongos y microrganismos que habitan el ecosistema doméstico.

Pilares con hendiduras para promover la cohabitación de especies.

Los pilares de tierra compactada hechos a medida incorporan hendiduras y huecos para pequeños mamíferos a ras del suelo. Asimismo, soportan una estructura elevada de madera ocupada por personas. Proyecto e imágenes: Martin Hitch,  Claire Leffler (Instructor: Adam Marcus)  

Si nos centramos en nosotros mismos, vemos que nuestro propio cuerpo contiene más células no humanas que humanas. Entre el 70% y el 90% de las células de nuestro cuerpo son hongos o bacterias, es decir, otros organismos que viven y se desarrollan en nuestro interior. Por tanto, la verdadera cuestión no es si debemos vivir con otras especies, sino cómo podemos aceptar esa coexistencia y diseñar nuestros edificios para prever modos de cohabitación fructífera entre especies.

En los últimos años ha surgido en la disciplina arquitectónica un creciente interés por el diseño para múltiples especies. Los ejemplos van desde las simulaciones teóricas de Design Earth y Fred Scharmen, que canalizan el poder retórico de la arquitectura interespecies para criticar las prácticas medioambientales actuales hasta las instalaciones experimentales de Ants of the Prairie, Terreform One y EcoLogicStudio, que crean prototipos de nuevas estrategias materiales con el fin de promover hábitats para todo tipo de seres vivos, pasando por proyectos construidos por arquitectos como Atelier Bow-Wow y Bangkok Project Studio, que ofrecen nuevos modelos para que los humanos y los animales compartan un mismo espacio.

Muros de carga con hábitats porosos para ayudar a la cohabitación de especies.

Los muros de carga con gaviones construidos con rocas apiladas sirven de estructura principal para el edificio, proporcionando hábitats porosos y húmedos para las especies locales de anfibios. Proyecto e imágenes: Wan Yan (Instructor: Adam Marcus)  

Estos diferentes proyectos se basan en el convencimiento general de que, a medida que nos enfrentamos a los efectos del cambio climático antropogénico, es necesario forjar nuevos modelos de colaboración y coexistencia con las muchas otras especies con las que compartimos este planeta. Y aunque estas actitudes han sido fundamentales para muchas culturas indígenas de todo el mundo durante milenios, el reto para la sociedad postindustrial radica en dejar atrás muchos de los postulados transmitidos a lo largo de generaciones acerca de la función de la arquitectura como burbuja protectora que nos separa de otras especies.

Estas ideas se han analizado en una serie de recientes estudios de diseño arquitectónico impartidos en el Architectural Ecologies Lab del California College of the Arts, en los que los estudiantes han reflexionado sobre los nuevos modelos arquitectónicos de cohabitación entre especies y han creado prototipos de los mismos. Este trabajo se sitúa en el denso paisaje suburbano de Fremont, California, un entorno formado principalmente por viviendas unifamiliares que siguen la lógica de desarrollo suburbano ya conocida en muchas partes del mundo.

 

Una estructura de madera que da espacios de cohabitación a humanos y búhos.

Una compleja estructura de madera fabricada con componentes sencillos proporciona vivienda y espacios comunes a los seres humanos, al tiempo que alberga hábitats subterráneos para los búhos de madriguera. Proyecto e imágenes: Alden Gendreau, David Rico-Gómez (Instructor: Adam Marcus)  

Este paisaje, que originalmente era la llanura aluvial del arroyo Alameda, ahora canalizado, se enfrenta a los crecientes retos de la pérdida de hábitat y el declive de la biodiversidad. El estudio reflexiona sobre las nuevas formas de arquitectura doméstica que ponen a prueba estrategias y plantean importantes cuestiones sobre la cohabitación. ¿Cómo puede reintroducirse la biodiversidad de forma productiva? ¿Cómo puede la arquitectura fomentar el mutualismo y la cohabitación entre especies de modo que se beneficie al ecosistema en su conjunto? ¿Cómo podemos replantear los modelos convencionales de domesticidad basados en la colectividad y el cuidado?

Este estudio se centra en el ensamblaje de materiales: el desarrollo de enfoques innovadores de los métodos de construcción convencionales que promuevan hábitats para todo tipo de seres vivos, no solo los humanos. Estas estructuras –armazones de madera que proporcionan espacio para los seres humanos al tiempo que protegen los hábitats subterráneos de los búhos de madriguera; muros con gaviones de roca que sustentan especies anfibias; muros de tierra compactada con cavidades para ardillas y otros pequeños mamíferos; estructuras para colibríes; y cubiertas de madera maciza con jardineras integradas para jardines de polinizadores– responden a las necesidades específicas de las especies autóctonas locales al tiempo que vertebran y organizan los espacios de la vivienda humana.

 

Cubierta laminada que integra jardineras para la cohabitación de especies animales y vegetales.

Cubierta de madera laminada que integra jardineras con diversas especies vegetales que atraen a los polinizadores locales, al tiempo que proporcionan alimento a los residentes. Proyecto e imágenes: Suvin Choi, Wing Kiu Ho (Instructor: Adam Marcus) 

La envolvente del edificio, tradicionalmente concebida como una barrera impermeable entre el interior y el exterior, entre los seres humanos y la «naturaleza», se replantea como un conjunto más profundo, más poroso y de mayor grosor que gestiona activamente las demandas, a veces contrapuestas y conflictivas, de estructura, cerramiento, privacidad y hábitat. Es aquí donde el propósito más elemental de la arquitectura —como límite, como dispositivo de separación— se transforma en uno de conexión, parentesco y administración ecológica a medida que la envoltura se transforma en un andamiaje para múltiples formas de vida.

Imagen principal: Los muros de tierra compactada organizan los espacios domésticos y los grados de privacidad de los residentes, al tiempo que crean patios inaccesibles para los humanos equipados con andamios de madera que sirven de hábitat a los colibríes autóctonos. Proyecto e imágenes: Kushaal Jhaveri, Amalia Pulgar (Instructor: Adam Marcus)