(Re)Definiendo el lujo

Perspectivas sobre el diseño experiencial

En su libro The Emergence of the Interior: Architecture, Modernity, Domesticity, Charles Rice se basa en los escritos de Walter Benjamin para expresar la noción de la dualidad experiencial. Explica que existen dos tipos de experiencias: experiencias duraderas y experiencias instantáneas. Las experiencias duraderas se desarrollan a lo largo del tiempo, están vinculadas a la continuidad y por lo tanto nos proporcionan confianza en nosotros mismos. Las experiencias instantáneas, por otro lado, son dinámicas e incluso efímeras. Al presentar este concepto, Rice se centraba principalmente en los interiores domésticos. Sin embargo, la dualidad experiencial puede aplicarse a otros contextos, en especial al reciente giro experiencial en el diseño.

En 2018 tuve la oportunidad de visitar The Flipside, una exposición temporal y una experiencia multisensorial en el Old Selfridges Hotel de Londres. La exposición realizaba un recorrido por diferentes estados modificados del lujo, guiando a los visitantes a través de diversas instalaciones creadas por artistas para marcas de lujo. La exposición pretendía presentar una visión conceptualizada del lujo radical definido por los valores de las marcas expuestas.

Los visitantes se sorprendieron y se mostraron encantados al descubrir cada una de las instalaciones. El contraste entre el hormigón bruto de la arquitectura original y el brillo de las luces reflejadas sobre un fondo oscuro creaban dramatismo y el escenario perfecto para el lujo. La atención al detalle, el espacio exclusivo y en algunos casos, los diseños ostentosos sugerían el deseo de transformar la propia experiencia de la exposición en una forma de lujo. Destacaba como algo radicalmente diferente.

Los eventos experienciales únicos y las experiencias de marca efímeras son algo cada vez más común en estos últimos años y en este contexto, parece que la experiencia sustituye a los bienes. El lujo no se encuentra en el producto sino en la experiencia de una narrativa de marca. Como tal, Flipside podría incluirse dentro de las experiencias instantáneas multisensoriales. Fue agradable, memorable pero también de corta duración. El lujo fue escenificado para nuestro placer sensorial.

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ILUMINACIÓN ESCÉNICA DE LA EXPOSICIÓN THE FLIPSIDE. IMAGEN © VALERIE MACE

¿Qué hay de las experiencias duraderas? ¿Cómo puede el diseño destacar los valores de formas más estables y duraderas de experiencias multisensoriales y considerar de qué manera lo ordinario, lo cotidiano también puede crear lujo? Diversos arquitectos, diseñadores y académicos sostienen que, cuando se traslada al diseño del medio construido, la hegemonía de la visión en la cultura occidental puede alejar e incluso aislar a las personas de su entorno. El dominio de una modalidad sensorial sobre las demás crea experiencias sensoriales empobrecidas.

En su libro Sensory Design, Joy Monice Malnar y Franck Vodvarka nos piden que consideremos qué ocurriría si diseñáramos teniendo en cuenta todos los sentidos. Podría decirse que a medida que desarrollamos nuestro conocimiento del mundo a través de nuestros sentidos, la escasez de experiencias multisensoriales significativas y gratificantes en entornos cotidianos podría significar que la inmersión en un entorno en armonía con las sensibilidades humanas pueda parecer un lujo.

Por lo tanto, el lujo también puede experimentarse en espacios donde se desarrollan actividades cotidianas. En Londres, por ejemplo, el Royal Festival Hall se ha convertido en un lugar muy popular y esta popularidad se debe, en parte, a la manera en que la gente experimenta sus espacios interiores abiertos al público. Construido en 1951 como sala de conciertos, en 1983 este recinto cultural abrió sus salones interiores al público durante todo el día, siete días a la semana. En su libro The Public Interior as Idea and Project, Mark Pimlott define el interior abierto al público del Royal Festival Hall como un «palacio del pueblo», haciendo referencia a la actuación real que tiene lugar en su interior.

Peter Moro, cuyo trabajo se caracteriza por el profundo conocimiento de las sensibilidades humanas, fue el arquitecto a cargo del interior y responsable del diseño de detalles. La austeridad de la posguerra motivó que en aquella época no existieran accesorios de calidad disponibles y como respuesta a esta escasez, Moro y su equipo decidieron diseñar ellos mismos todos los accesorios. Esto incluía luminarias, pomos de puertas, pasamanos y la inconfundible alfombra «red y pelota», en la actualidad un elemento totalmente arraigado en la identidad del Royal Festival Hall. Al hacerlo, aprovecharon los requisitos funcionales de su potencial experiencia multisensorial, creando lujo perdurable y colocando el interior del edificio en la esfera de la experiencia duradera.

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DETALLE DE PASAMANOS, ROYAL FESTIVAL HALL, LONDRES, ROBERT MATTHEW, JL MARTIN, PETER MORO. IMAGEN © VALERIE MACE

Hoy en día los visitantes pueden disfrutar de la luz natural atmosférica que se filtra a través de las ventanas, de la seducción de los materiales naturales, del confort de los accesorios diseñados de forma empática o, simplemente, pueden encontrar el lugar ideal para mantener una conversación. Estos placeres sensoriales son engañosamente simples. De hecho, pueden ser bastante complejos y difíciles de apreciar. A menudo son formas de lujo significativas, gratificantes y poderosas que pueden prolongar el bienestar emocional.

Rice explica que, en última instancia, las experiencias duraderas y las instantáneas son las caras de una misma moneda. Ambas tienen sus propias dimensiones y valores y, como tales, la noción de dualidad experiencial puede servir de encuadre a nuestra comprensión del diseño experiencial actual. Curiosamente, el Royal Festival Hall también alberga eventos gratuitos en su área pública, conectando las experiencias instantáneas y duraderas en un único contexto. Pero lo más importante es que el diseño de este interior también anticipa la integración de experiencias multisensoriales reiterativas, haciendo que el lujo forme parte de la vida cotidiana.

IMAGEN PRINCIPAL: Luz natural atmosférica en el Royal Festival Hall, Londres, Robert Matthew, JL Martin, Peter Moro. Imagen © Valerie Mace