Sandman

Tateh Lehbib construye, con el apoyo de ACNUR, viviendas resistentes al clima en los campos de refugiados saharauis

Conocido localmente como el “loco de las botellas”, el ingeniero Tateh Lehbib construye robustas casas de adobe en los campos de refugiados del desierto del Sahara (habitados por 90.000 personas) con botellas de plástico y arena. Su trabajo forma parte de la exposición “Diseños para un mundo mejor”, presentada en el Roca Barcelona Gallery.

Esta es su historia:

“Nací en un campo de refugiados. Mis padres y mis abuelos habían huido de la guerra. En los campos no había la posibilidad de tener una educación secundaria ni superior. Para estudiar una carrera universitaria teníamos que desplazarnos al norte de Argelia, a 2.000 kilómetros. Allí estudié energías renovables. Más tarde tuve la suerte de ganar una beca Erasmus y estudié eficiencia energética en la Universidad de Gran Canaria.

En 2015 hubo una gran inundación en los campos. Afectó al 80 por ciento de las viviendas, una de las cuales era de mi abuela. Todas las casas en los campos están fabricadas con adobe y no son resistentes al agua. Este fue el momento en que se me ocurrió proyectar una solución para tratar de aliviar el sufrimiento de mi pueblo.

x
LAS BOTELLAS DE PLÁSTICO LLENAS DE ARENA REFUERZAN LAS FRÁGILES VIVIENDAS DE LOS REFUGIADOS

Enseguida les conté a los profesores el tema de mi tesis: cómo mejorar la eficiencia energética de las viviendas de adobe, para volverlas más resistentes y conseguir reducir la temperatura interior.

En otras partes del mundo existen casas de adobe que han durado siglos, pero en el Sahara Occidental la tierra tiene un alto cociente en sal, lo que se convierte en un problema puesto que la resistencia del material se ve perjudicada.

Así pues, mi tesis giró en torno a la llamada “bóveda nubia”, una técnica de construcción de superficies curvas que emplea ladrillos de barro. Esta técnica antigua fue redescubierta por el arquitecto egipcio Hassan Fathy; es un método muy simple y cualquiera puede aplicarlo.

Después de terminar mis estudios volví a los campos con la misión de construirle a mi abuela una nueva casa que fuera más fresca en el interior y pudiera resistir condiciones atmosféricas severas.

X
LAS MUJERES LOCALES LLENAN LAS BOTELLAS DE PLÁSTICO CON ARENA

Empecé a construir utilizando el método de la bóveda nubia, pero me encontré con varios problemas, ya que yo no tenía mucha experiencia. Decidí construir una cubierta verde, pero tuve que usar planchas de metal, con el consiguiente problema de que generan mucho calor. Después decidí usar botellas de plástico; las corté por la mitad, las llené de tierra y plantas y las dispuse formando la cubierta. Tampoco funcionó.

Tenía un montón de botellas de plástico que habían sobrado del experimento. Las llené de arena como si fueran ladrillos.

Tenía un montón de botellas de plástico que habían sobrado del experimento. De ahí vino la idea. Después usé las botellas de plástico llenas de arena como si fueran ladrillos, fijadas con una mezcla de tierra y agua, o a veces con cemento y arena del río, una amalgama que resulta más fuerte. El diseño tiene una doble cubierta con una abertura de ventilación entre las dos, para reducir la temperatura interior. Pusimos una capa de adobe sobre las botellas y surgió un bonito patrón, casi artístico.

La mayoría de las viviendas en los campos son cuadradas, pero yo las construí de forma circular para que fueran más resistentes. Durante las tormentas, la arena se acumula en los muros de las viviendas de forma cuadrada. En cambio, esto no ocurre tanto si son circulares.

X
VIVIENDA CIRCULAR EN CONSTRUCCIÓN

Fue difícil que la gente aceptara la idea. Nadie creyó que se podía construir una vivienda bioclimática con botellas de plástico. Me llamaban ”el loco de las botellas”. Además nadie quería una vivienda construida con “basura”. Y hubo mucha resistencia a la forma circular; les preocupaban las alfombras. “¿Dónde vamos a conseguir alfombras circulares?”, preguntaban.

Sin embargo, se ha demostrado que estas viviendas aguantan condiciones climáticas extremas y que la temperatura interior es unos cinco grados más baja. He construido veinticinco casas hasta ahora, en los cinco campos. Damos prioridad a la gente de edad avanzada y a los que tienen algún tipo de deficiencia.

X
TATEH LEHBIB EXPLICA SU TÉCNICA A LOS HABITANTES DEL CAMPO

La técnica se puede aplicar en ubicaciones diferentes, no solo en campos de refugiados. Hace poco una organización me llamó porque estaban interesados en llevar a cabo un proyecto en la capital de Mauritania. Estas viviendas bioclimáticas pueden construirse en cualquier lugar donde haya residuos de plástico. Y vayas donde vayas, de eso no falta.

A decir verdad, no creo que mi proyecto sea una solución definitiva a los residuos de plástico en los campos y no quiero que la gente crea que es así. Desarrollé esta técnica cuando buscaba una solución constructiva con el material que estaba disponible en ese momento: arena y botellas de plástico.”

Entrevista de Suzanne Wales

Imagen principal: Tateh Lehbib, “el loco de las botellas”