Tecnología y Futuro

Una visión optimista del desarrollo humano en la Tierra y el espacio

Si algo parece evidente cuando nos planteamos el futuro es que la tecnología seguirá afectando profundamente nuestras vidas. La tecnología del futuro afectará no solo en lo que respecta a nuestro entorno sino también a nuestros propios cuerpos. Para adaptarnos a los cambios externos, muy probablemente, cada vez incorporaremos más microchips que, entre otras cosas, en un futuro tal vez nos faciliten vivir en el espacio.

Reconectar con la naturaleza

Sin embargo, nuestra expansión más allá de la Tierra requiere ciertas reflexiones. Para conseguir una vida sostenible en nuestro planeta, el ser humano no puede ni debe perder de vista su vínculo atávico con la naturaleza. Esta conexión cobra vital importancia a la hora de crear una nueva realidad en el espacio exterior. Desde el sector de las energías renovables al de la depuración de las aguas, pasando por la electrónica, los medios de transporte, el urbanismo o la gestión de los residuos; el ser humano tiene una profunda necesidad de redescubrir la relación con la naturaleza para seguir avanzando y conseguir un mundo mejor.

Actualmente, es posible gestionar los residuos correctamente y reducir el impacto ambiental, gracias a pequeños gestos, como por ejemplo elegir productos reciclados y buscar una segunda vida para aquello que normalmente tiramos sin pensar. Los desperdicios de la comida se pueden convertir en fertilizante para las plantas a coste cero y la recogida selectiva de residuos puede servir para crear nuevos materiales (con un centenar de latas de aluminio se obtiene una cafetera y con los desechos de plástico submarino algunas empresas de moda están confeccionando ropa). Si la tecnología del futuro sigue avanzando para que podamos instalarnos en el espacio, también debería hacerlo respecto a la gestión de los residuos espaciales que generemos.

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FOTO VÍA PIXNIO.COM

Hacia el hombre tecnológico

En un futuro tan cambiante como el que prevemos, ¿cómo serán los espacios en los que nos movemos de forma cotidiana? ¿Cómo llevaremos a cabo nuestras tareas habituales? Teniendo en cuenta los avances que hemos experimentado hasta ahora, es muy probable que los robots nos liberen de muchos de estos trabajos, como la limpieza y el mantenimiento de dichos espacios. Es más, en los hogares del futuro, creo que estas máquinas inteligentes tendrán un impacto medioambiental prácticamente nulo y nos ayudarán a racionalizar nuestro consumo de manera inteligente. Como arquitecta, en este sentido, mi visión es bastante positiva, ya que, al partir de cero, tenemos la opción de buscar soluciones que puedan reducir costes y tiempos de producción.

Y en el ámbito comercial, ¿desaparecerán las tiendas físicas y solo compraremos online? En caso afirmativo, ¿qué nuevos usos daremos a estos espacios? En el ámbito del consumo mi opinión es que las impresoras 3D ganarán aún más relevancia y conseguiremos crear objetos tridimensionales con gran facilidad.  Podremos descargar prototipos directamente desde internet, elegir color y tamaño, y clonar nuestra creación en pocos minutos.

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FOTO VÍA PXHERE.COM

El espacio, nuevo territorio a explorar

Yendo un poco más allá, me parece interesante barajar la posibilidad del espacio como nuevo territorio turístico inexplorado. Muchas personas sueñan con viajar al espacio, sin embargo, hasta ahora, esto solo era una realidad para los astronautas. Tanto es así que, en 2001, Dennis Tito pagó 20 millones de dólares a Space Adventures por subir a bordo de una Soyuz rusa y pasar ocho días de vacaciones fuera de la Tierra, convirtiéndose así en el primer turista espacial. En un futuro no tan lejano, este tipo de acciones podrían pasar a formar parte de nuestro abanico de posibilidades en lo que a turismo o actividades de ocio se refiere, aunque seguramente no estén al alcance de todos los bolsillos.

Para terminar, me gustaría también compartir mi visión sobre nosotros como especie. Probablemente los actuales habitantes del planeta no seremos testigos de los cambios más drásticos, pero en el próximo siglo el ser humano convivirá con máquinas con una gran inteligencia artificial. Tengo la impresión de que la tecnología del futuro alcanzará unos niveles tan sofisticados que nos permitirá mejorar como especie, hasta el punto de convertirnos en superhumanos.

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ILUSTRACIÓN DE TERESA SAPEY