Una nueva era en el diseño de gimnasios

Ejemplificada por los especímenes esculpidos que aparecen en la última entrega de Love Island, la imagen corporal no ha tenido nunca una presencia tan destacada en nuestras vidas. En este mundo instagrameable existe la obsesión por las rutinas de entrenamiento de los famosos. Estos se han convertido en ‘atletas’, mientras que nuestras estrellas del deporte, como Cristiano Ronaldo y su torso, tienden a convertirse en celebridades. La importancia de ponerse en forma ha hecho aumentar el número de usuarios de centros deportivos, y esto ha generado una necesidad de transformar el diseño de gimnasios.

La creciente popularidad del entrenador personal Joe Wicks y su enfoque holístico del bienestar es la prueba de una elección de estilo de vida cada vez más arraigada. Resumiendo, quizás nunca haya estado tan de moda estar en forma. Esta tendencia no se da únicamente entre la población más joven y, a pesar del bien documentado aumento de la obesidad nacional, cada vez más personas son conscientes de los beneficios de estar sano. En este contexto cultural, no es de extrañar que el sector de la salud y el fitness sea uno de los que mayor crecimiento ha experimentado en el Reino Unido en los últimos cinco años. El número de gimnasios tanto públicos como privados ha crecido significativamente y parece que va a continuar haciéndolo al mismo ritmo.

Como diseñador he trabajado en este sector durante 15 años, principalmente con la cadena de gimnasios londinense Gymbox. Tal como implica su lema «el antídoto contra los gimnasios aburridos», no se trata de un gimnasio cualquiera. Es ampliamente reconocido su protagonismo en el cambio experimentado por el mundo de los gimnasios en Londres al crear un ambiente de club nocturno, una combinación de fitness y diversión.

El primer gimnasio abrió en Holborn en 2003 y fue una reacción a la banalidad de las alternativas existentes en ese momento. Tenía personalidad y actitud. El lenguaje visual que creamos reflejaba esa personalidad y, a la vez, se alimentaba de ella. El diseño de los interiores tenía carácter, era vibrante y visualmente estimulante. Al mismo tiempo se trataba de ambientes crudos, descarnados y robustos, que respondían a los espacios que los acogían y reflejaban su actividad. Tenían credibilidad, eran espacios reales. Gymbox es una marca inconfundible y esto en gran medida se debe al diseño de los gimnasios. Hoy en día todas las cadenas son conscientes del valor del diseño de interiores, y lo ponen en práctica con mayor o menor éxito. Al catalogarse como «la redefinición del fitness de lujo», Third Space ha sido siempre el líder en el segmento de lujo desde que abrió su primer local con suelo acristalado en el Soho.

Gymbox no es una enseña genérica y aunque es inevitable que exista un ADN común, sus once centros muestran una evolución en el tiempo. Cada uno de ellos es único, ya que dependen en gran medida de los interesantes espacios que ocupan, y a la vez son una respuesta a ellos. Una sala de cine en desuso, cámaras acorazadas de bancos o un aparcamiento, sótanos a menudo olvidados que habrían sido grandes candidatos a albergar un club nocturno si no se hubiera producido una purga en la escena nocturna de la capital. En muchos casos, el gimnasio se ha convertido en el sustituto de la discoteca para la generación Love Island. DJs nocturnos, sistemas de sonido de última generación y juegos de luces que crean ambiente. Es donde chica encuentra a chico (y demás combinaciones posibles), si bien en un entorno más saludable aunque igualmente sudoroso.

El aspecto social se ha convertido en un factor importante, no solo al proporcionar un espacio físico en el que pasar el rato, sino también al crear un sentimiento de comunidad alrededor del gimnasio. SoulCycle, el famoso gimnasio boutique especializado en spinning, tiene hordas de fanáticos admiradores en los Estados Unidos. Las clases virtuales de Peloton, que ofrecen la opción de realizar ejercicio en grupo desde la soledad de nuestro apartamento, no han sido capaces de replicar la sensación de encontrarse en un estudio rodeado de personas afines, a pesar de sus campañas de marketing.

La forma de entrenamiento de los usuarios ha influido en gran medida en la evolución del diseño de gimnasios, con menos máquinas de ejercicio cardiovascular y más énfasis en el entrenamiento funcional. La pista de césped artificial y las estructuras de entrenamiento ocupan ahora un mayor espacio.  Si bien la tecnología no cesa de avanzar, en este caso se ha producido una vuelta a las actividades más primitivas, tales como voltear un neumático de tractor o empujar un trineo cargado de pesas. Disfruto de esta disparidad al más puro estilo Rocky IV. La zona de pesas, un área frecuentada hasta hace poco por un prototipo de usuario muy definido, ya no se encuentra relegada a un segundo plano y es normal encontrar a personas de ambos sexos levantando pesas de un tamaño considerable.

Las actividades grupales en forma de clases de spinning o yoga gozan de gran popularidad, lo que ha permitido el auge de los gimnasios denominados boutique, normalmente especializados en una modalidad. Este tipo de gimnasios, como 1Rebel, han elevado el listón en muchos sentidos y en los últimos años hemos centrado nuestra atención en los estudios con la intención de crear entornos totalmente inmersivos. La integración de música y luz nos permite crear una determinada atmósfera incrementando o disminuyendo su intensidad en línea con la actividad. La tecnología también ha permitido la introducción de la competitividad utilizando datos visuales en tiempo real generados por sus usuarios.

Otro gran factor impulsado por la tecnología es el uso generalizado de prendas de vestir y aplicaciones de fitness que permiten a los usuarios analizar sus resultados y comprender en mayor medida el rendimiento de su cuerpo. Vinculada a un equipo de alta especificación, esta tecnología ha tenido una aplicación limitada hasta la fecha. En el futuro, imagino que esto cambiará a medida que la experiencia del usuario sea más deseable y alcanzable.

IMAGEN PRINCIPAL: Una nueva era en el diseño de gimnasios. Imagen @Gareth Gardiner