Making Inclusive Play Spaces the Norm

Muy pocos parques infantiles en la India están diseñados para niños con discapacidades, pero las cosas están cambiando

Una experiencia vivida mientras cursaba sus estudios en el Instituto Nacional de Diseño dejó a Aditi Agrawal completamente conmocionada. Durante la visita a una escuela especial en Ahmedabad pudo ver que los niños con discapacidad no jugaban al aire libre. Permanecían en sus clases durante las horas del recreo porque el colegio no tenía un área de juegos acorde con sus necesidades especiales.

«Algunos de los mejores recuerdos de mi niñez son de parques infantiles», comenta Agrawal. «No era capaz de imaginar que esos niños no tendrían nunca la oportunidad de crear esos recuerdos».

Al investigar algo más en profundidad, ella y su compañera de clase Anjali Menon comprobaron que los niños con necesidades especiales no salen a jugar tan a menudo como los demás —a veces para librarse de comentarios poco agradables o de la compasión— pero en la mayoría de los casos porque no encuentran lugares apropiados para jugar.

De acuerdo con un informe de 2014, la escasez de zonas de juego infantiles es tan dramática, que menos del 10% de los niños indios tiene acceso a un parque infantil. Y si bien no existe una estadística de los lugares de juego para niños con discapacidad, los expertos opinan que solo existen unos pocos en un país con 7,8 millones de niños y adolescentes discapacitados.

Como parte de un proyecto de su escuela de diseño, Agrawal y Menon diseñaron su primer parque infantil en 2011 para la escuela especial de Ahmedabad, que se construyó gracias a un generoso donante.

Preocupadas por la ignorancia en las escuelas especiales y por la falta general de inclusión, ambas fundaron el estudio de diseño Gudgudee en 2014. Desde entonces Gudgudee ha trabajado casi exclusivamente con instituciones privadas diseñando 35 zonas de juego inclusivos en escuelas regulares o especiales, parques infantiles y apartamentos en 16 ciudades.

Muchos años antes de que Gudgudee se interesara por esta área, Kilikili Trust, una consultora creada por tres padres con hijos discapacitados, había comenzado a trabajar en zonas de juego inclusivas en el sur de la India.

La idea surgió en la mente de Kavitha Krishnamoorthy a finales de 2004, cuando su hijo autista tenía unos dos años y medio. Krishnamoorthy, una profesional de desarrollo social, declara, «Una tarde, mientras estábamos en un parque público de Bangalore con nuestro hijo, mi marido me comentó que por qué no veíamos niños discapacitados en los parques». Esto le hizo reflexionar y después de profundizar en el tema, descubrió que las zonas de juego inclusivas no existían en la India en aquel momento.

Muchas conversaciones después, el grupo de padres implicado en Kilikili decidió concentrarse en la modificación de los parques existentes en la ciudad para hacerlos inclusivos. «Nuestros hijos pasan mucho tiempo en escuelas especiales, en terapia o en centros de rehabilitación y muy pocas veces tienen la oportunidad de interactuar con niños sin discapacidad», declara. «Los parques infantiles inclusivos podrían tener un efecto tremendamente positivo en ellos».

Kilikili consultó a los padres, a los profesores, terapeutas e incluso a los niños para compilar todas sus aspiraciones y una lista de deseos del tipo de espacios de juegos que deseaban tener. Las peticiones se presentaron al concejal municipal y el primer parque inclusivo de Bangalore estaba listo a finales de 2006. Hoy, Kilikili está detrás de ocho parques inclusivos en seis ciudades indias.

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NORWICH CASTLE, UK. PHOTO © DEA BIRKETT

Zoning has since been adopted throughout the museum sector, including the hugely successful Wonderlab at the Science Museum in London and Science Media Museum in Bradford, a hands-on experiment-based interactive gallery for children. It’s soon to be expanded to the National Railway Museum in York, also part of the Science Museum Group.

A different design approach is to put hands-on child-centred activities throughout the museum, rather than confine them to a specific gallery. Baskets of dressing up clothes, objects to touch, jigsaws to make or boxes to sniff next to displays enclosed in cabinets is increasingly common in museums. It can be a controversial choice, opening the museum up to accusations of “dumbing down” by including simple activities in serous galleries. When Weston Park Museum, Sheffield, included a noisy ‘“alking picture” for children next to a portrait, some commentators cringed. But to truly include children in a museum, it has to belong to them as much as to traditional adult art appreciators. A five-year-old isn’t going to stand before a work, hands tucked behind their back, sagely nod their head and whisper to their friend, “What remarkable Renaissance brush strokes.” They’re going to shout, “Wow!” And isn’t that exactly what we want young visitors to do?

To overcome this conflict of interests, an emerging trend is to coproduce new projects and exhibitions with young people themselves. Coproduction goes beyond the museum presenting opportunities for children once they’re inside by including them from the outset, giving confidence to a museum that they’ll feel and be included. Both Manchester Museum and Derby Museums are currently redeveloping its galleries with cocreation with communities at the heart. It can be challenging for designers to work with young people in the evolution of new spaces, as professionals may be reluctant to surrender power and control. But although the young people aren’t professionals, they are experts in what excites and interests young people.